Elkarrekin Podemos no tira la toalla en su objetivo de conformar un tripartito de izquierdas tras las elecciones del 12 de julio. Pese al escepticismo de EH Bildu y, sobre todo, la negativa del PSE a compartir barco con la izquierda abertzale sin que condene antes la oleada de ataques, la coalición morada sigue basando su campaña en la hipotética alianza. La candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi, invitó ayer a Idoia Mendia a «imaginar cómo sería poner en marcha» el programa socialista en vez de «conformarse con acompañar al PNV en sus políticas privatizadoras y precarizadoras».
La apelación no fue casual, ya que el jueves la secretaria general del PSE cargó contra Podemos por tratar de fijarle un «umbral ético» y le instó a hablar «menos de pactos y más de ideas». Gorrotxategi aprovechó ayer la aprobación del Ingreso Mínimo Vital para alimentar las posibilidades de una alianza en suelo vasco. «El PSE sabe que es muy difícil llevar a cabo políticas sociales progresistas con el PNV encabezando el Gobierno», dijo. La aspirante a lehendakari también cree que los socialistas son conscientes de que la ciudadanía vasca «ha dejado de confiar» en la gestión de los jeltzales.
